El Secretario General de UGT-Melilla ha respondido esta mañana a la Presidenta de la CEME explicando que el contrato juvenil que plantea y que tendría como referencia el Salario Mínimo Interprofesional, no es ninguna novedad, ya que la patronal viene hablando de este contrato desde el año 2008.

Díaz lamenta la frivolidad de Margarita López Almendáriz al expresarse en los términos en que lo ha hecho, acusando a los sindicatos de que prefieren tener jóvenes parados a que se estén formando en empresas, nos parece una acusación sin fundamento alguno y una provocación en toda regla.

 

El máximo dirigente de UGT-Melilla cree que en el fondo lo que buscan es sustituir trabajadores con experiencia y antigüedad en las empresas por jóvenes sin derechos laborales, que prácticamente trabajen para ellos de forma gratuita. Lo único que sacamos claro de esta disparatada propuesta, es que una vez más están intentando aprovecharse de la situación tan dramática de desempleo  para recortar cada vez más derechos.

Para Díaz la reducción del salario hasta ese límite, el único objetivo que consigue es engordar la cuenta corriente de los empresarios, los últimos datos oficiales del gobierno nos dan la razón, las familias asalariadas son más pobres, los empresarios han aumentado sus beneficios, todo ello con 6 millones de parad@s. Como se explica que en una situación de crisis radical, estén aumentando sus beneficios empresariales.

Para UGT-Melilla ha dicho Díaz, es necesario abordar desde el ámbito de la negociación colectiva el fomento de la estabilidad y calidad en el empleo de los jóvenes trabajadores para garantizar su plena emancipación e integración social.

Por ello mediante la negociación colectiva se pueden establecer porcentajes de plantillas fijas, mecanismos que garanticen la conversión de contratos temporales y o formativos en indefinidos y medidas para la estabilidad y contratación de personas jóvenes.

Entre esas medidas debería estar vigente la limitación al encadenamiento de contratos temporales, se debería condicionar las subvenciones a la contratación indefinida y a la conversión de temporales a su pacto en los convenios colectivos.

De igual forma a nuestro juicio se debería reconducir progresivamente las ayudas a la contratación estable hacia el apoyo y compensación a las empresas que reducen su tasa de empleo temporal.

Diaz cree que esta son propuestas alternativas serias a algo tan simple como que se contraten jóvenes por un año sin compromiso alguno de la empresa para quedarse con el trabajador.